lunes, 26 de enero de 2015

Cuento fantástico parte 6

Para narrar lo que dicen los personajes Se narra en estilo directo cuando el narrador deja que "oigamos" directamente lo que los personajes dicen o piensan.
Se pueden usar varios procedimientos:
a) Se introducen las palabras de los personajes con un verbo "de lengua" ("decir" y otros) y dos puntos. Las palabras del personaje se indican con una raya de diálogo (Bloq Num. y Alt + 0151)

Soltó una brusca carcajada, tras de lo cual añadió:
—¿Qué le parece, señora? Le haremos compañía hasta mañana, ¿no está mal, eh?
(Cristina Cerrada: Tránsito)

b) Las palabras de los personajes no se introducen con el verbo "de lengua” y los dos puntos. El verbo "de lengua” se pone al final de las palabras de los personajes o se intercala en ellas y se separa con las rayas de diálogo. Junto con el verbo "de lengua” pueden aparecer otras informaciones:
La automovilista (negro el vestido, negro el pelo, negros los ojos pero con la cara tan pálida que a pesar del mediodía parecía que en su tez se hubiese detenido un relámpago) la automovilista vio en el camino a una muchacha que hacía señas para que parara. Paró.
—¿Me llevas? Hasta el pueblo no más —dijo la muchacha.
—Sube —dijo la automovilista. Y el auto arrancó a toda velocidad por el camino que bordeaba la montaña.
(Enrique Anderson Imbert, La muerte)
—Cuidado —decían los habitantes de la ciudad cuando algún turista iba a pasar al lado de la pared—, cruce la calle. Esa pared puede caerse.
(Javier Villafañe, La pared)
—Muchas gracias —dijo la muchacha con un gracioso mohín—, pero ¿no tienes miedo de levantar por el camino a personas desconocidas? Podrían hacerte daño. ¡Esto está tan desierto!
(Enrique Anderson Imbert, La muerte)
c) No se usa el verbo "de lengua” ni como introducción a las palabras de los personajes ni intercalado en ellas.
—No, no tengo miedo.
—¿Y si levantaras a alguien que te atraca?
—No tengo miedo.
—¿Y si te matan?
—No tengo miedo.
(Enrique Anderson Imbert, La muerte)
d) No se usa el verbo "de lengua” y se intercalan en las palabras de los personajes informaciones sobre éstos o sobre su entorno:
—¿Qué dicen, amigos, se lo dije o no? —sacudió una y otra vez la pequeña cabeza bajo la gorra de plato, y dirigió de nuevo la vista hacia la carretera—. No hay taxis después de las diez.
(Cristina Cerrada: Tránsito)

Actividades

Buscad en los cuentos que ya habéis leído ejemplos de estos diferentes modos de narrar las palabras de los personajes

a) Un joven jardinero persa le dijó a su príncipe:
—¡Sálvame! Encontré a la muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche quisiera estar en Ispahan.


b) -Hombre desatinado -le dijo-, tres veces he soñado con una casa en la ciudad de El Cairo, en cuyo fondo hay un jardín. Y en el jardín un reloj de sol y después del reloj de sol, una higuera, y bajo la higuera un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira. Tú, sin embargo, has errado de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no vuelva a verte en Isfaján. Toma estas monedas y vete.

 c-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
-¿Estás seguro?
Asentí.
-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado.

d)  —No fue un gesto de amenaza — le respondí — sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispaham esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.

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