sábado, 31 de enero de 2015

Historia de Alicia en el País de las Maravillas, Gulliver y la playa de La Antilla.

Un día Lemuel Gulliver, capitán de un barco llamado "El Rubí Azul", estaba en un de sus muchas aventuras por el mar, pero lo que no sabía que esta sería diferente a todas las que había vivido antes...
Mientras en otro lugar muy lejano, se encontraba una niña llamada Alicia, que acababa de despertar de lo que creía que fue un sueño en un extraño lugar que se podría llamar "el País de las Maravillas".

La niña para pensar sobre su loco sueño, decidió irse a caminar, mientras caminaba algo que no vería normalmente en la ciudad  apareció delante de ella, una serpiente, una criatura extremadamente rara
en esa zona. La serpiente no se inmuto y siguió su camino, pero Alicia y su curiosidad decidieron seguirla, caminaron durante un rato hasta que llegaron a un enorme árbol con una gran grieta en el medio en la que entro la serpiente, Alicia la siguió...

Gulliver estaba en su embarcación buscando aventura cuando vió algo que creía extinguido, una Ballena Pigmea, nada más verla se puso un equipo de submarinismo y la siguió, por suerte esa zona marina tenía poca profundidad y la pudó seguir sin problemas. Un tiempo después la ballena se adentró en lo que era una cueva en el fondo marino, Gulliver sin dudarlo la siguió...

Tanto Alicia como Gulliver al entrar se encontraron en un lugar completamente oscuro, de pronto algo aspiró a ambos personajes que quedaron insconcientes... Más tarde Alicia despertó en lo que parecía una playa y encontró a un hombre insconciente, Alicia lo despertó, era Gulliver.

Ambos personajes se presentaron y se sorprendieron porque al parecer habían llegado de una manera similar, después de contarse que es lo que le había sucedido a cada uno decidieron investigar, al rato encontraron un cartel que decía "playa de La Antilla"...

Ballena Pigmea.




jueves, 29 de enero de 2015

Ruta de Phileas Fogg

Julio Verne: 
(Jules Verne; Nantes, 1828 - Amiens, 1905) Escritor francés, considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción. Predijo con gran precisión en sus relatos fantásticos la aparición de algunos de los productos generados por el avance tecnológico del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales.
En 1836 ingresó con su hermano Paul en el seminario Saint-Donatien. Más tarde estudió filosofía y retórica en el liceo de Nantes y viajó a París, cumpliendo los deseos de su padre, para seguir la carrera de leyes. En 1848 comenzó a escribir algunos sonetos y textos de teatro, y dos años más tarde aprobó su tesis doctoral de derecho y optó por la carrera de letras. Sus inicios literarios fueron difíciles, sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. Desde 1852 hasta 1854 trabajó como secretario de E. Seveste, en el Théâtre Lyrique, y publicó algunos relatos en Le musée des familles, como Martín Paz (1852). En 1857 se convirtió en agente de bolsa y empezó a viajar; visitó Inglaterra, Escocia, Noruega y Escandinavia, y continuó sus escritos.

 La Reseña:


En 1872, Phileas Fogg, un rico caballero londinense obsesionado por la puntualidad y la exactitud, realiza una apuesta donde pone en juego la mitad de su fortuna.
Acompañado por Jean Passepartout, su atlético y espontáneo mayordomo, se va de Londres para dar comienzo a una increíble carrera contra reloj: dispone de 80 días para dar una vuelta al mundo ya sea por aire, por mar o por tierra.
Los dos protagonistas serán retrasados en su proyecto por el inspector Fix, que relaciona el hecho de la repentina partida de Fogg, con el robo del Banco de Inglaterra y lo persigue convencido que fue el autor del delito.
Esta es una de las más notables y divertidas aventuras surgidas de  Julio Verne.
Si bien Verne es considerado uno de los padres de la ciencia ficción y la especulación científica y la anticipación de inventos que aparecerán posteriormente a su época son algunas de las características más destacadas de su obra, en este caso priman la acción y el intento de demostrar que la audacia puede superar a todas las fronteras.
 Ruta de Julio Verne.
En esta imagen se pueden distinguir los puntos más conocidos por los que paso Phileas Fogg y algunos de los transportes que uso en su viaje por el mundo y en este enlace podras ver la misma ruta desde Google Maps.


 Mapa de Phileas Fogg

miércoles, 28 de enero de 2015

Cuento fantástico parte 9


HABALABA Y HABLABA, de Max Aub

Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y (hablar) hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada no (hacer) hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y (empezar) empezaba a hablar.(Hablar) Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le (dar) daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le (meter) metí la toalla en la boca para que se callara. No (morir) murió de eso, sino de no hablar: se le (reventar) reventaron las palabras por dentro.

YA NO QUIERO A MI HERMANO, de Fernando Iwasaki

«CARLITOS ESTÁ AQUÍ», dijo la médium con su voz de drácula, y de pronto (transformarse) se transformó y puso cara de buena. Entonces mamá le (hacer) hizo muchas preguntas y el espíritu respondía a través de la señora. Seguro que era Carlitos porque sabía dónde estaba el robot y cuántas monedas (haber) había en su alcancía, dijo cuál (ser) era su postre favorito y también los nombres de sus amigos.
Cuando la médium nos miró haciendo las muecas de Carlitos papá (empezar) empezó a llorar y mamá le pidió por favor, por favor que no se fuera. Las luces (apagarse) se apagaban y encendían, los cuadros (carse) se caían de las paredes y los vasos (temblar) temblaban sobre la mesa. Me acuerdo que la señora (desmayarse) se desmayó y que una luz (atravesar) atravesó a mamá como en las películas. «Carlitos está aquí», dijo con cara de felicidad.
Desde entonces hemos vuelto a compartir el cuarto y los juguetes, el ordenador y la Play-Station, pero la bicicleta no. Mamá quiere que sea bueno con Carlitos aunque me dé miedo. No me gusta su voz de drácula. Y además huele a vieja.

EL MONSTRUO DE LA LAGUNA VERDE, de Fernando Iwasaki

COMENZÓ CON UN grano. Me lo reventé, pero al otro día (tener) tenía tres. Como no soporto los granos me los (reventar) reventé también, pero al día siguiente ya eran diez. Y así continué mi labor de autodestrucción. En una semana mi cara (ser) era una cordillera de granos, minúsculos volcanes en podrida erupción. Los granos de los párpados no me (dejar) dejaban ver y los que tenía dentro de la nariz me (doler) dolían al respirar. Pero seguí reventándolos con minuciosa obsesión. No me di cuenta de que me habían saltado a los dedos y a las palmas de las manos hasta que (sentir) sentí ese dolor penetrante en las yemas. La infección se había esparcido por todo mi cuerpo y los granos crecían como hongos por mi espalda, las ingles y mi pubis. Si cerraba los brazos (reventarse) se reventaban los granos de mis axilas. Un día no pude más. Me (mirar) miré al espejo por última vez y (dejar) dejé sobre la mesa del comedor mi carné de identidad. Después me (perder) perdí en la laguna. 

lunes, 26 de enero de 2015

Cuento fantástico parte 8

Pretérito imperfecto, pretérito indefinido y pretérito pluscuamperfecto Los tiempos verbales más usados son el pretérito indefinido, el pretérito imperfecto y el pretérito pluscuamperfecto:
  • El pretérito indefinido se usa para narrar los hechos que van ocurriendo unos detrás de otros.
  • El pretérito imperfecto se usa para narrar hechos o describir ambientes y situaciones que están en un segundo plano. También se usa para presentar a los personajes y su contexto en el inicio del relato.
  • El pretérito pluscuamperfecto se usa para narrar hechos anteriores a otros que también se narran.
Las actividades siguientes te servirán para observar cómo funcionan estos tiempos verbales en los relatos.

Actividades

Pretérito imperfecto - pretérito indefinido


El otro yo
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le (formar) formaba rodilleras, (leer) leía historietas, (hacer) hacía ruido cuando comía, (meterse) metía los dedos a la nariz, (roncar) roncaba en la siesta, (llamarse) llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: (tener) tenía Otro Yo.
El Otro Yo (usar) usaba cierta poesía en la mirada, (enamorarase) enamoraba de las actrices, (mentir) mentía cautelosamente , (emocionarse) emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le (preocupar) preocupaba mucho su Otro Yo y le (hacer) hacía sentirse incómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no (poder) podía ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando (llegar) llegaba cansado del trabajo, (quitarse) quitaba los zapatos, (mover) movía lentamente los dedos de los pies y (encender) encendía la radio. En la radio (estar) estaba Mozart, pero el muchacho (dormirse) dormía. Cuando (despertar) despertaba, el Otro Yo (llorar) lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después (rehacerse) rehacía e (insultar) insultaba concienzudamente al Otro Yo. Este no (decir) decía nada, pero a la mañana siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida (pensar) pensaba que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo (reconfortar) reconfortaba.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando (salir) salía a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos (ver) veía que (acercarse) acercaba sus amigos. Eso le (llenar) llenaba de felicidad e inmediatamente (estallar) estallaba en risotadas . Sin embargo, cuando (pasar) pasaba junto a él, ellos no (notar) notaba su presencia. Para peor de males, el muchacho (alcanzar) alcanzaba a escuchar que (comentar) comentaba: «Pobre Armando.Y pensar que (parecer) parecía tan fuerte y saludable».
El muchacho no (tener) tenía más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que (parecerse) parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.
Tomado de: Mario Benedetti, La muerte y otras sorpresas, Décimosexta edición, Siglo Ventiuno Editores, México, 1981.

Pretérito imperfecto - pretérito indefinido


La huida
Manuel Vicent

En un Porsche blanco, el muchacho (recoger) recogía a una chica en auto-stop a la salida de la ciudad en dirección al Sur. Ella no (llevar) llevaba equipaje y (ser) era muy pálida, dotada de una belleza desesperada. Él ni siquiera le (preguntar) preguntaba el nombre. La (invitar) invitaba a que se sentara a su lado y sólo (querer) quería dejarla admirada con la velocidad. Durante la primera parte del viaje ninguno de los dos (hablar) hablaba. El Porsche (rugir) rugía de forma diabólica, la chica (sonreír) sonreía y el joven (mantener) mantenía la mandíbula totalmente crispada. Mientras el Porsche (volar) volaba por la pista, aquella mujer casi transparente, rompiendo de repente el silencio, (comenzar) comenzaba a contar esta historia al conductor.
En cierta ocasión, uno de los criados del emperador de Persia (ver) veía a la muerte en el jardín y, preso de pánico, (dirigirse) dirigía a su amo con una humilde súplica:
- Señor, préstame tu caballo más veloz. Acabo de encontrarme con la muerte y me ha hecho un gesto de amenaza. Quiero huir a Ispahán.
El emperador le (regalar) regalaba un caballo y el criado (emprender) emprendía una furiosa cabalgada sobre el blanco corcel a Ispahán, del mismo modo que ahora este Porsche a 250 por hora camino del mediodía. Poco después (ser) era el propio emperador quien (tropezarse) tropezaba con la muerte en el jardín de palacio y, enfrentado a ella con orgullo le (preguntar) preguntaba:
- ¿Por qué has hecho un gesto de amenaza a mi criado preferido?
- No ha sido un gesto de amenaza, sino de asombro al verlo aquí, puesto que yo estaba citada con él esta noche en Ispahán.
Al terminar el relato, la chica (enmudecer) enmudecía sin dejar de sonreír y esto (enardecer) enardecía al muchacho, el cual (apretar) apretaba más el acelerador en busca de su amante en la mar. El Mediterráneo (estar) estaba allí enfrente y ya había convertido el parabrisas en un espejo azul en donde (reflejarse) reflejaba el rostro de una muchacha similar al de la mujer pálida que (llevar) llevaba junto a él. Entonces (producirse) producía el accidente mortal. Pero las crónicas únicamente (hablar) hablaba de un joven que se había matado cuando (viajar) viajaba solo en un Porsche blanco.

Pretérito imperfecto/pretérito indefinido - 3


Fue como una aparición.
Ella (estar) estaba sentada, en medio del banco, sola [...] Al pasar él, ella (levantar) levantaba la cabeza; él (encoger) encogía involuntariamente los hombros y, cuando (alejarse) alejaba, se volvió para mirarla. (Llevar) llevaba un gran sombrero de paja, con cintas rosa que (agitarse) agitaba al viento tras ella. Sus negros cabellos, partidos en dos sobre la frente, (rodear) rodeaba la punta de sus grandes cejas y (descender) descendía ciñendo amorosamente el óvalo de su rostro. Su vestido de muselina clara, salpicada de lunares, se (desparramarse) desparramaba en numerosos pliegues. (Estar) estaba bordando algo; y su recta nariz, su mentón, toda su persona (recortarse) recortaba en el aire azul de fondo. (Gustave Flaubert, La educación sentimental)



Pretérito pluscuamperfecto (1)
Una vez (estar) estaban tres hipopótamos en el río, muy aburridos. En esto (venir) vino un hombre y (querer) quiso hacer una foto a las hipopótamos. Los tres le (ver) habían visto porque tenía la máquina de fotos ante los ojos. El hombre (hacer) hizo la fotografía..., pero allí no se vio ni un hipopótamo. (Sumergirse) Se habían sumergido, y el hombre solo (fotografiar) había fotografiado el agua. El hombre (ponerse) se puso a esperar. Por fin, los hipopótamos (salir) salieron de nuevo, aunque todavía (estar) estaban bastante metidos en el río. El hombre (echar) echó a correr hacia ellos. Los hipopótamos, sumergidos en el agua, abanicándose con las orejas, vieron cómo (correr) corría el hombre. Este (volver) volvió a hacer la fotografía..., pero no se volvió a ver ningún hipopótamo. El hombre (volver) había vuelto a fotografiar el agua. Entonces (sentarse) se sentó en una piedra y (ponerse) se puso a esperar. Por fin, volvieron a salir los hipopótamos. Y esta vez (salir) salieron mucho. El hombre inmediatamente (salir) salió corriendo. Los hipopótamos (volver) volvieron a sumergirse y, guiñando los ojos, vieron cómo el hombre (sudar) sudaba la gota gorda. Entonces el hombre volvió a hacer la fotografía..., pero no se volvió a ver ningún hipopótamo. Solo (fotografiar) había fotografiado el agua. Y así una vez y otra vez. Los hipopótamos dejaron que el hombre corriese y corriese, y así es que cuando (llegar) llegó la tarde él (fotografiar) había fotografiado veinte veces el agua. Y los hipopótamos se pusieron muy contentos, porque (pasar) habían pasado el dia entero sin aburrirse.
Úrsula Wölfel, Veintiocho historias de risa.

Pretérito pluscuamperfecto (2)

Una mujer tenía la intención de escribir un gran libro. Se compró (Comprarse) un montón de papel, cincuenta lápices nuevos y un buen sacapuntas. A partir de hoy su marido y sus hijos solo hablarían bajo y andarían de puntillas, pues la mujer (querer) quería empezar enseguida a escribir el libro.

(Preparar) Preparó el papel y (afilar) afiló el lápiz. Mientras tanto (pensar) pensaba en la primera frase.

(Afilar) Afiló otro lápiz y siguió pensando la primera frase.

La mujer afiló hasta el final los cincuenta lápices y otros siete mil quinientos doce. No (tardar) tardó ni tres semanas. Todavía no (escribir) había escrito la primera frase, pero ya (ser) era  campeona del mundo en afilar lápices. (Salir) Salió en el periódico.

Úrsula Wölfel, Veintinueve historias disparatadas.

Pretérito pluscuamperfecto (3)

Cierta vez un señor (querer) quería lavar la ropa, guisar patatas y limpiar la cocina. Pero como
(estar) estaba pensando en otra cosa, (poner) puso el cubo con la fregona en el fogón y (echar) echó las patatas en la lavadora y (verter) vertió el jabón en polvo en el suelo. Luego, en seguida, se dio cuenta de que lo (hacer) había hecho todo al revés. Inmediatamente (quitar) quitó el cubo del fogón y las patatas de la lavadora y (barrer) barrió el jabón en polvo. Entonces (querer) quiso volver a hacerlo todo bien. ¡Pero (volver) volvió a pensar en otra cosa! (Poner) Puso la fregona en la lavadora, (echar) echó el detergente en la cacerola, y las patatas en el cubo de fregar. Cuando (empezar) empezó a limpiar, se le (caer) cayeron rodando las patatas y, cuando (estar) estaba recogiéndalas, se dio cuenta de que el agua con el detergente (empezar) había empezado a hervir de tal modo en la cacerola, que toda la cocina se (estar) estaba llenado de espuma jabonosa.
La señora (echarse) se echó a reír y (gritar) gritó: "¡Ahora, por lo menos, la cocina estará limpia!"
Y entonces (hacer) hizo todo a derechas.

Úrsula Wölfel, Veintiocho historias de risa. (Texto adaptado.)

Cuento fantástico parte 7

Verbos "de lengua" Para narrar lo que los personajes dicen se pueden usar otros verbos además de “decir”:
Admitir, responder, replicar, preguntar, ofrecer, protestar, indicar, gritar
También se puede usar el verbo “decir” más un adjetivo, un adverbio o un sintagma preposicional que expresen la actitud o la forma de hablar del personaje:
dijo indignada
dijo con indignación
dijo pausadamente

Actividad

Buscad en los cuentos que ya habéis leído ejemplos de estos diferentes modos de narrar las palabras de los personajes.
Busca en el fragmento siguiente de Alicia en el País de las Maravillas los verbos que sirvan para introducir las palabras de los personajes. Observa si van acompañados de algún adverbio:
La mesa estaba puesta delante de la casa, bajo de un árbol, y la Liebre de Marzo y el Sombrerero estaban tomando el té. Entre ellos había un Lirón, profundamente dormido, sobre el cual apoyaban los codos, a modo de cojín, y hablaban por encima de su cabeza. «Muy incómodo para el Lirón» – pensó Alicia– claro que, como está dormido, probablemente ni se entera.»
Aunque la mesa era grande, los tres se apretujaban en uno de los extremos.
―¡No hay sitio! ¡No hay sitio! —, gritaron al ver llegar a Alicia.
―¡Hay sitio de sobra! — dijo indignada Alicia, y se sentó en un gran sillón, en un extremo de la mesa.
—Sírvete algo de vino —ofreció la Liebre de Marzo.
Alicia miró por toda la mesa, pero allí sólo había té.
—No veo ningún vino —dijo.
—No lo hay —admitió la Liebre de Marzo.
—Pues entonces, tal ofrecimiento es una descortesía de su parte —dijo indignada Alicia.
—También lo es de tu parte sentarte sin ser invitada —replicó la Liebre de Marzo.
—No sabía que la mesa era de su propiedad —respondió Alicia—: está servida para más de tres personas.
—Tú necesitas un buen corte de pelo —indicó el Sombrerero. Había estado examinando a Alicia con mucha curiosidad, y ésta fue su primera intervención.
—Y usted debería aprender a no hacer comentarios personales —dijo Alicia con severidad—: resulta muy grosero.
El Sombrerero, al oír esto, abrió de par en par los ojos, pero se limitó a preguntar:
—¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?

Cuento fantástico parte 6

Para narrar lo que dicen los personajes Se narra en estilo directo cuando el narrador deja que "oigamos" directamente lo que los personajes dicen o piensan.
Se pueden usar varios procedimientos:
a) Se introducen las palabras de los personajes con un verbo "de lengua" ("decir" y otros) y dos puntos. Las palabras del personaje se indican con una raya de diálogo (Bloq Num. y Alt + 0151)

Soltó una brusca carcajada, tras de lo cual añadió:
—¿Qué le parece, señora? Le haremos compañía hasta mañana, ¿no está mal, eh?
(Cristina Cerrada: Tránsito)

b) Las palabras de los personajes no se introducen con el verbo "de lengua” y los dos puntos. El verbo "de lengua” se pone al final de las palabras de los personajes o se intercala en ellas y se separa con las rayas de diálogo. Junto con el verbo "de lengua” pueden aparecer otras informaciones:
La automovilista (negro el vestido, negro el pelo, negros los ojos pero con la cara tan pálida que a pesar del mediodía parecía que en su tez se hubiese detenido un relámpago) la automovilista vio en el camino a una muchacha que hacía señas para que parara. Paró.
—¿Me llevas? Hasta el pueblo no más —dijo la muchacha.
—Sube —dijo la automovilista. Y el auto arrancó a toda velocidad por el camino que bordeaba la montaña.
(Enrique Anderson Imbert, La muerte)
—Cuidado —decían los habitantes de la ciudad cuando algún turista iba a pasar al lado de la pared—, cruce la calle. Esa pared puede caerse.
(Javier Villafañe, La pared)
—Muchas gracias —dijo la muchacha con un gracioso mohín—, pero ¿no tienes miedo de levantar por el camino a personas desconocidas? Podrían hacerte daño. ¡Esto está tan desierto!
(Enrique Anderson Imbert, La muerte)
c) No se usa el verbo "de lengua” ni como introducción a las palabras de los personajes ni intercalado en ellas.
—No, no tengo miedo.
—¿Y si levantaras a alguien que te atraca?
—No tengo miedo.
—¿Y si te matan?
—No tengo miedo.
(Enrique Anderson Imbert, La muerte)
d) No se usa el verbo "de lengua” y se intercalan en las palabras de los personajes informaciones sobre éstos o sobre su entorno:
—¿Qué dicen, amigos, se lo dije o no? —sacudió una y otra vez la pequeña cabeza bajo la gorra de plato, y dirigió de nuevo la vista hacia la carretera—. No hay taxis después de las diez.
(Cristina Cerrada: Tránsito)

Actividades

Buscad en los cuentos que ya habéis leído ejemplos de estos diferentes modos de narrar las palabras de los personajes

a) Un joven jardinero persa le dijó a su príncipe:
—¡Sálvame! Encontré a la muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche quisiera estar en Ispahan.


b) -Hombre desatinado -le dijo-, tres veces he soñado con una casa en la ciudad de El Cairo, en cuyo fondo hay un jardín. Y en el jardín un reloj de sol y después del reloj de sol, una higuera, y bajo la higuera un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira. Tú, sin embargo, has errado de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no vuelva a verte en Isfaján. Toma estas monedas y vete.

 c-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
-¿Estás seguro?
Asentí.
-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado.

d)  —No fue un gesto de amenaza — le respondí — sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispaham esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.

sábado, 24 de enero de 2015

Cambiando el narrador

Decidir cómo va a ser el narrador Una vez que ya tienes el argumento de tu relato, el siguiente paso es decidir qué tipo de narrador vas a utilizar. La pregunta es: ¿Quién va a contar la historia?
Fíjate en el siguiente relato:
Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
—¡Sálvame! Encontré a la muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
—Esta mañana, ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
—No fue un gesto de amenaza — le responde — sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispaham esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.
¿Quién cuenta la historia? ¿Es alguno de los personajes? No, el narrador de esta historia está fuera. Es un narrador externo
Pero podríamos imaginar que esta misma historia la cuenta alguno de los personajes: la muerte, el príncipe, el joven jardinero (si es que vive para contarlo). En ese caso, sería un narrador interno, y usaría en algunos momentos verbos y pronombres de primera persona.

Actividad

Cuenta esta misma historia cambiando el narrador. Haz que el narrador sea la muerte o el príncipe, o el joven jardinero si es que ha sobrevivido.
Anota algunos de los cambios que has tenido que hacer al cambiar de narrador. 


Un joven jardinero persa le dijó a su príncipe:
—¡Sálvame! Encontré a la muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le prestó sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
—Esta mañana, ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
—No fue un gesto de amenaza — le respondí — sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispaham esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.

jueves, 22 de enero de 2015

Mi cuento fantástico

El cuento fantástico que voy a escribir tiene el siguiente argumento:

- A Lucas siempre le gusto jugar con sus juguetes, mañana, 
tarde o noche, no importaba, porque en el colegio todos se 
reían de él y era el único momento de tranquilidad para él. 
Lucas era invisible para todos excepto para sus padres, no 
tenía amigos pues era invisible pero sus juguetes le hicieron
más fácil pasar el tiempo sin aburrirse.

Con los años los juguetes cada vez aburrieron más a Lucas
y se sentía solo, estaba deprimido. A los 14 años, un día 
que fue al colegio, como siempre entró en su clase, se sentó 
y espero a que llegara el maestro. Al rato, el maestro llego
puso sus cosas en el pupitre y dijó:

- Tenemos una nueva compañera, recibidla bien- mientras
entraba por la puerta la chica nueva.
Se presentó y el maestro le dijo a la chica nueva.

- Sientate en ese pupitre- este era el que estaba pegado
a la mesa de Lucas.

Fue hacía allí se sentó y dijó:

- Hola- mirando a Lucas con una sonrisa.

Lucas, sonrió y se sintió feliz por primera vez en su vida.
 

miércoles, 21 de enero de 2015

Cuaderno de viajes.

PRESENTACIÓN DE LA AVENTURA

-¿Quién es Phileas Fogg? Un flemático y solitario caballero británico.
-¿Quién era su compañero de viaje? Su mayordomo francés.
-¿Por qué emprendió la aventura? Por una apuesta que hizo con un compañeros de su club.
-¿Por qué los persiguen a lo largo de la novela? Porque pensaban que había robado el banco de Londres.

LAS ETAPAS DEL VIAJE

-¿Qué medios de transporte utilizó? En trenes, barcos, barcos a vapor, en elefante, en goleta, en buque, en paquebote, en trineo, en barco mercantil y en un pequeño barco.
-¿En qué dirección viajaba? Hacía el este.
-¿Qué continentes visitó? América del norte, Asia, Europa.
-¿Cuál fue el itinerario que siguieron? Dirección este.
-¿Qué dificultades crees que se encontró en su camino? Los contratiempos de máquinas, los descarrilamientos, los choques, los temporales, la acumulación de nieves.
-¿Qué crees que le llamó más la atención de los lugares que visitó? Las diferentes culturas de cada lugar.

LLEGADA AL DESTINO

11. -¿Cuál era su destino? Dar la vuelta al mundo y llegar al punto de partida, Londres.
12. -¿Sabes qué significa periplo? Recorrido, aventura, viaje...
13. -¿Cuál crees que fue la mayor satisfacción de su viaje? Puedes leerlo en el último capítulo de la novela: Conocer tantos lugares como personas.

 http://es.wikisource.org/wiki/La_vuelta_al_mundo_en_80_d%C3%ADas:_Cap%C3%ADtulo_XXXVII

2. Observa el  mapa con el trazado de la ruta de Phileas Fogg y Passepartout alrededor del mundo. ¿Qué medios de transporte crees que pudo utilizar para salvar cada etapa? Compruébalo leyendo el siguiente artículo:
  • De Londres a París, a Turín y a Brindisi en trenes y barco.
  • De Brindisi a Suez y Bombay en un barco a vapor.
  • De Bombay a Kholby en tren.
  • De Kholby a Allahabad en un elefante.
  • De Allahabad a Benarés y a Calcuta en tren.
  • De Calcuta a Hong Kong en barco.
  • De Hong Kong a Shanghái en una goleta.
  • De Shanghái a Yokohama en buque.
  • De Yokohama a San Francisco en un paquebote.
  • De San Francisco a Kearney en tren.
  • De Kearney a Omaha en trineo.
  • De Omaha a Chicago y a Nueva York en tren.
  • De Nueva York a Cobh (antigua Queenstown) en barco mercantil.
  • De Cobh a Dublín en tren .
  • De Dublín a Liverpool en un pequeño barco.
  • De Liverpool a Londres en tren.

Relatos de viajes

Actividades de comprensión lectora:

1.¿Dónde vive Phileas Fogg?   
 En Londres.

2.¿Pasó desapercibida la noticia de la apuesta?
No, la noticia de la apuesta se extendió primero en el Reform Club y produjo una verdadera emoción entre los miembros de aquel respetable círculo. Luego, del club la emoción pasó a los periódicos por la vía de los reporteros, y de los periódicos al público de Londres y de todo el Reino Unido.

3.¿Fueron más los partidarios o los detractores de la empresa?
 Hubo más destractores que partidarios.

4.¿En qué consistía la apuesta?
En hacer una vuelta al mundo en 80 días.
5.¿Cuáles eran los medios de transporte disponibles en la época?
Los barcos de vela, los de vapor y los trenes.
6.¿Cómo describían los periódicos al Señor Fogg?
Lo describían como un maníatico.
7.¿Cuál crees que es la la razón por la que el autor escribe que las mujeres "se decidieron por el a raíz de la publicación de un retrato suyo en el Ilustated London News"?
Porque era "guapo", y les gusto su aspecto.
8.¿Qué obstáculos encontraría el protagonista según el artículo del 7 de octubre publicado en el "Boletín de la Sociedad de Geografía"?
En efecto, un largo artículo publicado el 7 de octubre en el "Boletín de la Sociedad de Geografía", trató la cuestión desde todos los aspectos y demostró claramente la locura de la empresa. Según este artículo, el viajero lo tenía todo en contra suya, obstáculos humanos, obstáculos naturales. Para que pudiese tener éxito el proyecto, era necesario admitir una concordancia maravillosa en las horas de llegada y de salida, concordancia que no existía ni podía existir. En Europa, donde las distancias son relativamente cortas, se puede en rigor contar con que los trenes llegarán a hora fija; pero cuando tardan tres días en atravesar la India y siete en cruzar los Estados Unidos, ¿podían fundarse sobre su exactitud los elementos de semejante problema? ¿Y los contratiempos de máquinas, los descarrilamientos, los choques, los temporales, la acumulación de nieves? ¿No parecía presentarse todo contra Phileas Fogg? ¿Acaso en los vapores no podrían encontrarse durante el invierno expuesto a los vientos o a las brumas? ¿Es quizá cosa extraña que los más rápidos andadores de las líneas transoceánicas experimenten retrasos de dos y tres días? Y bastaba con un solo retraso, con uno solo, para que la cadena de las comunicaciones sufriese una ruptura irreparable. Si Phileas Fogg faltaba, aunque tan sólo fuese por algunas horas a la salida de algún vapor, se vería obligado a esperar el siguiente, y por este solo motivo su viaje se vería irrevocablemente comprometido.

martes, 20 de enero de 2015

Resumenes de Cuentos Fantásticos

Resumen:

Casa Tomada: Esta historia cuenta el día de una pareja de hermanos que viven en una casa      en la que vivieron sus abuelos, padres... Al principio de la historia hay una breve descripción de Irene y del narrador. También cuenta el proceso en el que "algo" se adueña de su casa tomando habitaciones hasta dejarlos en ena sola habitación y más tarde sacarlos de la casa y dejarlos en la calle. 
Julio Cortázar: Julio Florencio Cortázar (Ixelles, 26 de agosto de 1914 - París, 12 de febrero de 1984) fue un escritor, traductor e intelectual de nacionalidad argentina y francesa nacido en Bélgica. Optó por la nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el gobierno militar argentino.
La soga: Esta historia cuenta la vida de un niño llamado Toñito que se divertía con todo tipo de cosas hasta que un día vio una soga. Desde aquel momento quiso la soga y cuando cumplió la edad mínima para cogerla empezó a jugar con ella, con el tiempo la  soga se puso de un color verdoso, sus puntas se deshilacharon haciendo que pareciera un serpiente. Un día normal Toñito jugó con la soga, la tiro hacia delante y como siempre volvió con fuerza hacía Toñito, pero est vez Toñito no se aparto y la soga se clavo en su pecho, Toñito murió.
Silvina Ocampo: Silvina Inocencia Ocampo (Buenos Aires, 28 de julio de 1903 – ibíd., 14 de diciembre de 1993) fue una escritora argentina. Durante gran parte de su vida su figura fue opacada por las de su hermana, Victoria Ocampo, su esposo, Adolfo Bioy Casares y su amigo Jorge Luis Borges, pero con el tiempo su obra ha sido reconocida, y es considerada actualmente una autora fundamental en la literatura argentina del siglo XX.
Historia de los dos que soñaron: En esta historia un hombre de El Cairo que fue rico pero por ciertas circunstancias tuvo que trabajar para ganarse el pan hasta que tuvo un sueño en el que se dijo que tenía que ir a Isfaján en Siria porque allí encontraría la fortuna. Cuando llego lo encarcelaron por robar a pesar de que el no lo hizo, cuando llego al juzgado el hombre del Cairo le dijo lo que le había pasado, el juez lo dejo libre pues tuvo el mismo sueño.Cuando el hombre volvio a su patrio encontro un tesoro en su jardín.
Gustav  Weil: Gustav Weil (25 de abril de 1808, Sulzburg , Gran Ducado de Baden - 29 de agosto de 1889, Friburgo de Brisgovia ) fue un orientalista alemán.
Otra Vuelta de Tuerca: Una joven inglesa llega a una vieja mansión en el campo para encargarse  de la educación de un niño y una niña que han quedado huérfanos. Poco tiempo después de su llegada, descubre que los niños reciben periódicas visitas de sus antiguos preceptores, un hombre y una mujer muertos un año atrás. La institutriz, horrorizada, decide hacer lo posible para defender a los niños, cuya custodia se le había encomendado, y trata de interponerse entre ellos y los fantasmas.
Henry James: Henry James (Nueva York, 15 de abril de 1843-Londres, 28 de febrero de 1916) fue un escritor y crítico litetario estadounidense.  



Actividad

En grupos,  buscaréis posibles historias para  estos temas, pero que sean diferentes de los ejemplos que ya habéis leído.

Elegid sólo un par de temas por grupo.



Dejo aquí el enlace para leer los cuentos fantásticos que resumire hoy.